El capítulo empieza con Bill mudándose junto a sus nuevos compañeros a una nueva casa recién alquilada a un misterioso anciano que se las ofrece tras varias decepciones a muy bajo costo. Hay que mencionar que en dicha casa existe una torre donde los nuevos inquilinos no pueden acceder por contrato. Otra cosa digna de mención es que la casa está construida casi enteramente de madera y nosotros como hábiles espectadores sabemos que el Destornillador Sónico tiene esta gran debilidad así que ya intuimos que será problemático.
El papel del dueño de la casa está representado por David Suchet, que es conocido por interpretar al detective Hercules Poirot, personaje creado por Agatha Christie. La gran Agatha Christie conoció al décimo Doctor y a Donna en el episodio titulado «El Unicornio y la Avispa». Hay que destacar la actuación de Suchet como uno de los puntos altos del episodio. Según se dice en el Reino Unido el firmó el contrato para este episodio sin haber leído el guion, por lo que ganas de trabajar en Doctor Who no le faltaban y lo hace de gran forma.
Cuando Bill necesita mover sus cosas a su nueva casa y tras juntarlas aparece la TARDIS para llevarla. Mientras están dentro el Doctor le cuenta algunos detalles sobre los Señores del Tiempo que no convencen del todo a Bill. Esta es la primera vez que ella se siente curiosa sobre el origen del Doctor pero no sé si retuvo mucha de esa información ya que la mayoría le causó risa más que sorpresa.
Cuando ya están dentro de la casa el Doctor conoce a los compañeros de casa de Bill y ella lo presenta como su abuelo. Como dije en anteriores reviews esta temporada la encuentro llena de referencias al primer Doctor y esta claramente es una.
Después de unos diálogos bastante divertidos todo se empieza a complicar. Algunos de esos compañeros empiezan a desaparecer y el episodio cada vez da más miedo. Todas las puertas y ventanas se empiezan a cerrar solas y cualquier intento por escapar es infructuoso.
Poco después descubrimos que todo esto está siendo causado por una especie de termitas con el tamaño de cucarachas y se alimentan de la energía de la gente que absorben más o menos cada 20 años dentro de la madera en la que viven y está construida la casa.
Hay una escena en particular que me dio unos mini escalofríos, cuando las cucarachas están persiguiendo al Doctor y cubren la cocina para atraparlo. Esta escena me hizo recordar a la película Aracnofobia (1990) que tiene una escena similar pero protagonizada por arácnidos obviamente.
Antes de continuar con el final del episodio quisiera decir que si bien el capítulo tiene ciertas cosas similares con ese gran, gran episodio que es Blink (de hecho la casa utilizada para filmar es la misma) este es inferior. No porque sea un mal episodio si no que Blink es un episodio fuera de lo común en todos los aspectos.
Volviendo al episodio, todos los sobrevivientes logran abrirse paso hacia lo más alto de la torre donde sorpresivamente se encuentran con una figura femenina hecha de madera que les habla. Ella llama a su padre que no es otro que el extraño dueño de la casa pero gracias a las habilidades detectivescas del Doctor descubrimos que en realidad es el hijo de la mujer que ha estado alimentando a las cucarachas para que mantengan con vida a su madre.
Cuando esta situación vemos al Doctor volver a la Universidad donde está la bóveda con comida para dos personas. Tras una breve charla con Nardole se queda solo y comienza a interactuar con quien sea que está dentro de la misma. Un piano suena en respuesta y para mí solo Missy puede ser quién esté dentro. La forma en que le hablaba nos mostraba algo de familiaridad entre ambos por lo que no puede ser alguien desconocido. Toca esperar y ver que sucede.